La magia de viajar conquista todos los corazones. Viajar se convierte en una filosofía de vida en un mundo global. Vivimos con Internet que es una aldea común. Viajar te enseña a fluir. Te aleja de las pantallas. Viajando descubres al ser humano, ves que cada vez compartimos más cosas, intereses, necesidades y problemas. Un viaje se debe de medir en personas y no en millas. Viajar te hace tolerante. Es una escuela que transforma, como el cuero uno se va curtiendo. Viajando uno pasa de mirarse a uno mismo a mirar al exterior.



